Durante nuestro viaje de fin de carrera allá en 2014, tuvimos la suerte de pasar por este bello país en pleno corazón de los balcanes. En Bosnia, donde hay mayoría musulmana, el choque cultural al cruzar la frontera croata es brutal. Pasas de iglesias y cruces a mezquitas por doquier y llamadas al rezo y se te hace raro ver como ha prosperado en mitad del sudeste europeo entre tanto país cristiano, esta comunidad musulmana. Tengo que decir que me sentí totalmente como volver de nuevo a Estambul, tanto en Mostar como en Sarajevo.

Ya nada mas pasar la frontera de Croacia dejando atrás Dubrovnik, nos encontramos con un buen recibimiento al realizar la parada para comer algo en un bar de carretera. Como veis, las vistas eran espectaculares dando a las escarpadas montañas de Bosnia. Si a eso le sumamos la cata de quesos de la región mas el cordero asado que nos comimos por no mas de 10€ si mal no recuerdo, el «pit-stop» fue perfecto.

Después de comer continuamos con el camino en busca de nuestra primera parada en Blagaj, no sin antes disfrutar de los impresionantes paisajes que nos íbamos encontrando a nuestro paso.

Ya en este pequeño pueblo cercano a Mostar, habiendo aparcado y aprendida la primera lección de Bosnia (hay gorrillas por doquier y mejor que les dejes algo para evitar represalias) nos dirigimos a visitar el monasterio otomano del S.XVI (Blagaj Tekke) que se encuentra pegado al nacimiento del río Buna, afluente del Neretva.
Este lugar es espectacular, no entraba para nada en nuestros planes de inicio y nos llevamos una muy grata sorpresa al decidirnos finalmente a visitarlo. Una vez disfrutamos de las vistas, decidimos adentrarnos en barca dentro de la cueva del nacimiento del río. No se si eran 3€ como mucho por cabeza y mereció la pena.

Como dato curioso, este río, es uno de los mas potentes manantiales de toda Europa con una creación en su nacimiento de unos 30 m3 de agua por segundo. Ojo con meter la mano en el agua porque está malditamente congelada, ya os daréis cuenta si probáis.

Una vez terminada la visita en barca, cortita por cierto pero merece la pena, pusimos rumbo a Mostar, una ciudad preciosa y de parada obligatoria en Bosnia sin duda.

La estampa mas bonita y fotografiada de Mostar sin duda la encontraréis en el «Stari Most«. Puente que nos permite cruzar el río Neretva y con bastante historia que nos afecta directamente a los españoles. Digo esto debido a que fueron las tropas españolas quienes se encargaron de reconstruir dicho puente, entre otras funciones, tras la guerra de los balcanes que tanto daño hizo en este país y resto de afectados. Incluso tenemos nuestra «Plaza de España» en esta pequeña localidad en conmemoración a los militares que estuvieron destinados y su aportación al país.
Pero Mostar tiene mucho mas que aportarnos, a mi personalmente me fascinó la inmersión en una cultura 100% musulmana con sus decenas de mezquitas o zocos cuando hace apenas 3 horas estabamos en Dubrovnik (Croacia), ciudad completamente cristiana donde era inconcebible encontrar una mezquita.

La diferencia entre Croacia (cristianos romanos), Bosnia (musulmanes) y Serbia (cristianos ortodoxos) es totalmente palpable desde el primer momento en que se cruza la frontera. Para mi fue como volver a Estambul por un momento la verdad.

Curiosos los souvenirs que encontramos por todo Bosnia: bolígrafos o esculturas creadas con las mismísimas balas que fueron disparadas en la guerra. Como veremos mas adelante en Sarajevo, las heridas de este conflicto que acabo hace menos de 20 años aún siguen palpables por las calles de la ciudad. 😦

La mezquita mas bonita que encontramos en Mostar fue la «Koski Mehmed Pasha Mosque». Tuvimos la suerte de poder acceder a su interior y la verdad es que mereció la pena.

Bastante simple y algo deteriorada por el interior, pero la sensación de tranquilidad en el interior es impresionante y el buen royo de los creyentes que pasan a rezar, nada que ver con la visión del islam que los medios transmiten. Importante que os quitéis los zapatos para entrar y chicas cubriros la cabeza para entrar, respecto. 🙂
Por último, os recomiendo visitar la «Casa Biscevic» con un patio muy chulo y cuya estructura en parte está «colgando» sobre el río Neretva y solo apoyada por 2 vigas que van a dar al acantilado. Lugar abierto al público, al menos su patio, por lo que no tenéis nada que pagar para disfrutar de este lugar.

Una vez terminada la visita, y tras la compra de algunos souvenirs, dejamos Mostar en dirección de nuestro último destino en Bosnia: Sarajevo.
Consejo: durante vuestra estancia en Bosnia, si algún «gorrilla» os pide donativo por aparcar, darles la pasta sin rechistar y no intentéis regatear. No juguéis con la seguridad del coche. 🙂 Ya en el zoco es otro asunto, ahí si toca regatear.
Sarajevo, aunque también de bastante influencia y mayoría musulmana, nos sorprendió lo cosmopolita que es. Fue la primera vez que en un mismo día tuvimos la oportunidad de visitar una iglesia, una mezquita y una sinagoga judía en la misma ciudad.
Uno de los edificios mas representativos de la ciudad y bonitos, es el Ayuntamiento de Sarajevo de estilo neomudejar es simplemente precioso. Una joya que hay que visitar obligatoriamente si os dejais caer por esta ciudad.

Y justo al lado del Ayuntamiento, podéis encontrar uno de los tantos puentes otomanos que permiten cruzar el río Miljacka con cientos de años en sus cimientos.
El puente latino mostrado en la foto de mas arriba, es el mismo en el que fue asesinado el principe Franz Ferdinand y detonó el comienzo de la primera guerra mundial. Al fondo, el museo dedicado a este personaje y a la guerra en cuestión.

Y ya hablando de conflictos que no quedan tan lejanos como la guerra de los balcanes, en la foto mostrada mas arriba podéis contemplar que algunas casas aún conservan las «heridas» de la guerra de los balcanes. Esto es una estampa de lo mas normal que encontraréis en numerosos edificios sin reformar aún de todo Bosnia.
Finalmente, os mostramos un curioso cementerio de la ciudad de Sarajevo bastante curioso y con unas muy buenas vistas de toda la ciudad. No sabemos como acabamos allí pero el lugar la verdad que es bastante chulo a pesar de lo que es, evidentemente. Se trata de un cementerio musulmán abierto al público, al que accedimos sin enterarnos si quiera.

Como podéis ver, las lápidas no tienen alguna cruz latina y tampoco se muestran imágenes. El nombre del lugar es Groblje Alifakovac por si os hace pasaros por este lugar.
Y hasta aquí llego nuestra visita por Bosnia. Muy buen destino para conocer de su historia, naturaleza, para comer (muy bueno y barato). Mejor venir en verano o primavera para no pillar lluvias.